
Un libro de Félix Población
Estos cuentos sin cuento —según escribe Félix Maraña en el prólogo— nos hablan, con un lenguaje directo, de usos, costumbres y formas de vida de las tierras de sus orígenes. De un mundo y unos oficios muertos, pero que el relato los hace perdurables. Son testimonios de la historia particular de unas gentes, retratos de valor etnológico y antropológico, sin dejar de ser relatos.
No son unos ensayos disimulados, sino una narración de argumento humano que nos resultan tan próximos ahora, al menos me resultan a mí por edad, origen, temperamento y conciencia histórica de un país que Félix Población, colega periodista, ha vivido, contemplado y querido con la herramienta del lenguaje y la conciencia crítica del ciudadano que llama a las cosas, a las ideas y a las personas con el calificativo y los verbos del amor.
Sin salirse de la realidad, pero haciendo excursión a ese lugar conservera, donde dicen que viven nuestras obsesiones, creencias, ideas y querencias que hemos convenido en llamar Literatura. También con mayúscula.
Crónica del acto
La presentación del libro de relatos «La risa de vivir», de Félix Población, derivó ayer en una deliciosa velada literaria, amenizada con unos vinos, en la que se habló mucho de literatura y de memoria histórica, amenazada esta por gobiernos de extrema derecha como el que se está activando en Castilla y León, comunidad donde reside el autor. El actor David Acera leyó uno de los relatos.






































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