Presentación del libro «No era imposible. Crónica del conflicto laboral en Duro Felguera». Alejandro Fernández.

A finales de los años ochenta, Duro Felguera es un gigante industrial centenario que vertebra la cuenca del Nalón con sus miles de puestos de trabajo y mantiene estrechos vínculos con el poder político.

Por su parte, sus empleados han forjado una sólida cultura asamblearia y sostienen frecuentes reivindicaciones. Raro es el mes en el que no hay huelga en La Duro.
Por ello, la pretensión de Duro Felguera de pasar de ser una empresa de «mono azul» a una de «cuello blanco», despidiendo a 232 trabajadores, choca de frente con la plantilla, que reclama una buena gestión, el mantenimiento del empleo y un plan de futuro para las cuencas.


Entre 1989 y 1999, los trabajadores responden a los sucesivos despidos con paros, marchas, conciertos, una huelga de hambre de 52 días, numerosos sabotajes y un encierro en la torre de la catedral de Oviedo de 318 días, convirtiéndolo en uno de los conflictos laborales más radicales y exitosos de las últimas décadas, en el que «los de La Duro» pelearon contra la lógica del mercado hasta lograr una solución para cada uno de los despedido.

Alejandro Álvarez, profesor de Lengua y Literatura Castellana, ya jubilado, es autor, entre otras obras, de «El médico que no quería morir», la historia de Lodario Gavela, médico republicano asesinado en 1947.

Este viernes El Manglar se convirtió en memoria viva de una época, la década de los años 90, y de uno de los grandes conflictos laborales, que parecen sacados de una película de Ken Loach que, además, acaba bien. Duro Felguera fue sinónimo de solidaridad, como bien expresó Tino, uno de los portavoces de los trabajadores que resistieron, contra todo pronóstico, los envites de la patronal en modo de despido de más de 200 trabajadores. Que, al final, obtuvieron premio a sus movilizaciones de todo tipo y a sus enfrentamientos contra todos los poderes empresariales, políticos, sindicales y mediáticos. La enseñanza, que quedará ahora para las nuevas generaciones en modo de libro de consulta (Hoja de Lata Editorial) tras el trabajo concienzudo y comprometido de Alejandro Álvarez, es que la lucha sirve. El «sí, se puede» se entonó antes como «Duro Felguera, resistencia obrera